viernes, 14 de mayo de 2010

Concepto clínico de autismo (DSM -IV)

Según Juan Luis Castejón y Leandro Navas (2007), es muy difícil encontrar un niño autista que presente todas las características, en parte porque hay una gran heterogeneidad dentro del propio grupo de niños autistas y, también, porque los criterios para el diagnostico no son consistentes o, siéndolos, no se aplican de ese modo.
Unos criterios claros se obtienen en el “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” (DSM - IV), que se ofrece indicadores clínicos para establecer la presencia del autismo. La consideración de los criterios diagnósticos del DSM –IV permite distinguir entre otros, problemas del desarrollo y el autismo.
Dividimos las alteraciones características del autismo en trastorno en la interacción social, comunicación y lenguaje y presencia de conductas estereotipadas.
Interacción social:
El autista tiene una dificultad para comprender la naturaleza de la interacción, dificultad que se cristaliza en una serie de conductas que hacen complicada la relación. Así mismo, alguna de sus conductas son: Alteración importante del uso del comportamientos no verbales (contacto ocular, expresión facial, postura corporal, gestos de interacción social); Incapacidad para establecer relaciones adecuadas con compañeros según el nivel de desarrollo; Resistencia al contacto físico, que puede provocar conductas de evitación y respuestas de ansiedad e, incluso, de agresividad; Ausencia de propensión espontánea para compartir con otros intereses y objetivos; Ausencia de reciprocidad social o emocional.

Comunicación y lenguaje:
Algunos niños autistas presentan mutismo y el lenguaje oral nunca aparecerá en su repertorio conductual.
En caso de que exista lenguaje, si bien todas las áreas parecen hallarse alteradas, hay que prestar especial atención al dominio pragmático y, especialmente, al déficit declarativo (Rivière y Canal, 1993). En niveles como el fonológico y el morfosintáctico parece que el lenguaje autista sigue patrones de desarrollo retrasados y en los dominios semántico y pragmático la secuencia parece ser idiosincrásica (Rivière y Belinchón, 1982).

Conductas estereotipadas:
Las conductas estereotipadas y los intereses restringidos han sido también considerados clásicamente en el autismo: Preocupación absorbente por patrones estereotipados y restrictivos de interés que resulta anormal; Unión inflexible a rituales o rutinas específicas; Movimientos complicados, superfluos, estereotipados y repetitivos; Preocupación insistente por partes de objetos.

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